Si hablamos de eficiencia, ambos tratamientos son eficaces. No obstante, debe ser un ortodontista profesional quien recomiende uno u otro a cada paciente. Normalmente la ortodoncia invisible es recomendable en casos leves y moderados, mientras que los brackets son útiles en casos más graves.

Una buena higiene es primordial. Es necesario cepillarse los dientes después de cada comida, existe un cepillo especial de ortodoncia que facilita el acceso a todos los lugares.

Existen tres tipos de brackets en función del material del que están hechos:

• Brackets metálicos, son los brackets convencionales y los que suelen asociarse a niños y adolescentes. Dado lo extendido que está su uso, existen diversos tipos, tamaños, modelos y colores de brackets metálicos.
• Brackets de zafiro son altamente estéticos gracias a la translucidez del material con el que están fabricados: el cristal de zafiro. De esa manera, toda la ortodoncia se asemeja al color natural del diente, lo que la hace más discreta.
• Ortodoncia lingual, es la técnica más estética de todas las que existen actualmente en el mercado, se diseñan en función de la anatomía de los dientes del paciente. Esto se realiza para maximizar el área de adhesión y que el tratamiento sea más eficaz y, a su vez, más corto.

Debes evitar comer alimentos duros, fibrosos o elásticos tales como chicles, caramelos, pipas, maíz, pan de corteza dura, fruta o verduras duras.